Travesía de las Cuestas

Travesía de las Cuestas

 

 

PID-14. Travesía de las Cuestas

Situación: En el extremo Este del término municipal de Patones, sobre la banda de cuestas cretácicas (Figura 28).

Acceso: Por la carretera M-128 en dirección a la presa de El Atazar hasta la intersección con el camino del Canal de Isabel II, donde se recomienda aparcar en un ensanchamiento al este de la carretera. Este es un punto donde se pueden realizar múltiples y variadas observaciones geológicas (paisajísticas, estructurales, estratigráficas, etc.). Se pueden realizar en los alrededores del aparcamiento y por el camino que bordea la ladera.

Descripción: En el lado oeste de la carretera afloran las pizarras del Ordovícico (ver PID-10); su gran homogeneidad litológica y estructural dan un paisaje con un relieve relativamente uniforme, con cimas redondeadas y valles en uve, más o menos abiertos; en estos cerros predominan las tonalidades grisáceas a gris oscuras propias de los afloramientos de las pizarras. Presentan suelos pobres, poco desarrollados con escasa cobertera vegetal.
Mirando hacia el sur, los cerros que están en primer plano, presentan una serie de crestones de rocas coronando los mismos, con tonalidades ocres y manchas negruzcas típicas de las series calcáreas. El encajamiento del arroyo Valdentales a través de estos cerros, origina localmente escarpes muy verticales con aspecto de semicañones.
Estos cerros, en conjunto presentan un típico relieve en cuesta estructural que se asocia a formas monoclinales con buzamientos suaves (menores de 45º), en alternancias de rocas consistentes e inconsistentes. La estructura en cuesta se desarrolla sobre materiales del Cretácico, formado por dos conjuntos de diferente resistencia a la erosión. El conjunto que forma la mitad inferior de la ladera, es más blando y fácilmente erosionable por lo que suele estar cubierto de colusiones, originando valles alargados o formas de relieve más bajas que tienden a orientarse paralelos a la dirección de los estratos; por encima se sitúan los crestones calcáreos, más resistente a la erosión y se pueden observar como crestas asimétricas, mucho más escarpadas en el frente de la cuesta,  con una inclinación menor en el dorso de la cuesta,  que suele coincidir con el buzamiento de los estratos.

Si nos desplazamos a lo largo del camino de servicio del Canal de Isabel II, en el cerro al Este de la carretera, se puede reconocer parte de la sucesión cretácica y aunque no es su mejor punto de observación (que sería el Barranco de las Cuevas, PID-17), si es el de mejor acceso.
En la zona del aparcamiento se puede observar la discordancia entre las arenas de la base del Cretácico y las pizarras del Ordovícico. La discordancia es una superficie planar que separa ambas rocas y se forma por deformación y erosión de los materiales infrayacentes, durante largos periodos de tiempo; en este punto las rocas por debajo de la discordancia tienen unos 450 m.a. de antigüedad y las arenas suprayacentes tienen unos 100 m.a.
De muro a techo, en la dirección de avance del camino, podemos encontrar muy completa la serie cretácica. Sobre la discordancia aparece una unidad basal  formada por conglomerados y areniscas que, en otros puntos de esta área presentan huellas de raíces y restos microfósiles marinos (Gil et al., 2001); la mezcla de fauna marina y raíces sugiere que estas rocas se formaron en ambientes costeros.
A continuación las rocas quedan cubiertas por coluviones (una mezcla de fragmentos de rocas y arcillas, con espesor muy variable) y por un suelo de escaso espesor; localmente aparecen estratos de areniscas dolomíticas algo más resistentes.
Por último, llegamos a las rocas que forman los crestones de los cerros, donde es más patente la presencia de planos de estratificación. Son dolomías, aunque en origen eran calizas y estaban formadas por fragmentos de organismos marinos (Rudistas y Foraminíferos); se interpretan como sedimentos de un mar somero de aguas cálidas que cubrió gran parte de la Península Ibérica durante el Cretácico Superior (entre 100 y 80 m.a. en esta zona).
Al final del camino podemos observar una vista del valle de Jarama y la confluencia del río Lozoya (PID-15), y el campo de pozos de abastecimiento de Torrelaguna (en el azud de Valdentales, PID-16). Desde este punto se puede observar también los rasgos que caracterizan en este sector al Valle del Jarama; su forma de artesa con fondo plano y no encajado (Figura 29). Observando el paisaje hacia el sur, se pueden apreciar  distintas superficies horizontales y escalonadas (relieve tabular) que corresponden a diferentes niveles de terraza del río Jarama (ver PID-24).
En toda esta región las laderas son más suaves y los relieves alomados. Es un paisaje característico de rocas sedimentarias detríticas, de tonos rojizos o anaranjados, en el que se pueden identificar cambios en la cobertera vegetal asociados a la litología y a la actividad humana. La formación vegetal más destacada es el bosque de ribera asociado al cauce del río Jarama.

Interés por áreas del conocimiento: Geología: estratigrafía, geomorfología, tectónica, hidrogeología.

Tipo de observación: Puntual, Regional, Panorámica.
| Contacta conmigo | Última actualización Febrero 2012, José F. García-Hidalgo