Introducción

Cuando en 1876 se crea la Institución Libre de Enseñanza, fundada por Don Francisco Giner de los Ríos, en España “...comienzan a definirse y a aplicarse nuevos conceptos y métodos pedagógicos bajo una filosofía regeneracionista... destacando, el significado social de la ciencia y definiendo en general una nueva forma de relación entre el hombre y la naturaleza.” (Gallego et al., 1998).

Por esta época el propio Don Francisco Giner de los Ríos (1885) considera que ... “Madrid constituye un centro de importantes excursiones geológicas, por medio de las cuales los niños –y con cuanta razón los hombres- pueden formarse idea de muchos fenómenos interesantes de las principales épocas, sus terrenos y los materiales de que se componen (....); fallas, glaciares, inyecciones, fósiles, rocas y minerales de mayor interés: tales son, con otros elementos más comunes, los principales medios que para verdaderos cursos de geología se hayan reunido y procura aprovechar la Institución en su enseñanza.”

Afortunadamente hoy somos algo más conscientes de los significativos valores naturales de este territorio, catalogado como una zona privilegiada para la realización de investigaciones científicas y su consecuente utilidad con fines docentes. Estos valores, además, de exponer claramente los complejos engranajes en la interacción organismo-medio, ofrecen posibilidades didácticas al mostrar, como laboratorios naturales, sus varios fenómenos con manifestaciones diversas.

La Comunidad de Madrid (según Durán et al., 1998) resulta privilegiada por su situación geográfica, considerándose como una región representativa del corazón peninsular. Sin lugar a dudas, las características del medio geológico que se manifiestan, principalmente, en el sector norte del territorio, así como la variada geomorfología y sus paisajes resultantes, hacen de éste un polígono didáctico por excelencia, que además de constituir un área de referencia didáctica para cualquier tipo o nivel de enseñanza, puede ser profusamente utilizado tanto por sus habitantes como por los foráneos para incrementar sus conocimientos en las diversas disciplinas geológicas o simplemente, para disfrutar de los valores de su patrimonio (Durán et al., 1998).

En cambio Ruiz (1998) considera que el territorio madrileño atesora un Patrimonio Natural de excepcionales valores paisajísticos, turísticos y socioeconómicos que representa un recurso de alto potencial educativo y de formación intelectual. Sin embargo, el conocimiento de su importancia y riqueza no está suficientemente difundido, por lo que los ciudadanos, en general, no tienen información para valorarlo y defenderlo adecuadamente.

En este sentido una importante cuota de responsabilidad se ciñe a los diferentes niveles del proceso de enseñanza y aprendizaje, donde se clarifican cada uno de los valores, enfoques y métodos, se decodifica toda la información y nunca serán suficientes los recursos didácticos en aras de transmitir un conocimiento significativo.

La guía que presentamos en este trabajo está dirigida, principalmente, a profesores y ofrece una metodología que facilita la selección, descripción y clasificación de Puntos de Interés Didácticos. En ella se recopila una variada información sobre los distintos sitios seleccionados como recursos didácticos del territorio, ilustrada, además, con imágenes fotográficas y una cartografía temática ambiental complementaria. Con ello pretendemos suplir en alguna medida las carencias informativas y modestamente contribuir al conocimiento de la maravillosa geodiversidad del norte de Madrid.

 

 

| Contacta conmigo | Última actualización Febrero 2012, José F. García-Hidalgo